Son aquellos alimentos que tienen apariencia similar a la de un alimento convencional, se consumen como parte de una dieta normal y además de su función nutritiva básica, tienen efectos positivos sobre la salud. Se ha demostrado que presentan propiedades fisiológicas beneficiosas y/o reducen el riesgo de contraer enfermedades crónicas.
La base de la nutrición, es una alimentación completa, variada, equilibrada, suficiente y adaptada que nos aporte los nutrientes necesarios para asegurar un buen funcionamiento de nuestro organismo. Los alimentos funcionales, son un complemento para la función nutritiva y además ayudan a la prevención de ciertas enfermedades que pueden estar o no relacionadas con la alimentación, por lo que un consumo regular de estos alimentos ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas.
Estos son algunos de los procesos que se benefician de los alimentos funcionales:
Embarazo, crecimiento y desarrollo de los niños, funcionamiento del metabolismo, prevención de enfermedades crónicas, fisiología cardiovascular, funciones antioxidantes, rendimiento cognitivo, mental y aptitud física.
En Perfect Foods Co estamos seguros que este tipo de alimentos deberian ser conocidos, consumidos y promovidos por todos los actores dentro del sector de alimentos y bebidas, desde los proveedores hasta los consumidores finales. No solo por los beneficios nutritivos que tienen, sino también por los efectos positivos que tienen sobre la salud de las personas. Es por esto que incluimos este tipo de alimentos en todos nuestros productos, ya que queremos que cada vez más personas puedan disfrutar de sus beneficios.
Beneficios de los Alimentos Funcionales
Los beneficios de los alimentos funcionales parten de como los nutrientes y los componentes específicos de los alimentos pueden influir de modo positivo a las funciones vitales del organismo. Los nutrientes más frecuentes que se encuentran en los alimentos funcionales, sus funciones y los alimentos en los que se encuentran mayormente son:
Fibra dietética: Su principal función es normalizar el tracto digestivo y combatir el estreñimiento. Ayudan a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de colon y mejoran la calidad de la microflora intestinal. Estos son los alimentos ricos en fibra: frutas frescas y deshidratadas, verduras, salvado de trigo, cereales integrales, granos enteros, nueces y semillas. Entre estos la quinua, el amaranto, la chia, las almendras, las nueces y el ajonjolí.
Calcio: Desarrolla los huesos y dientes, actúa en la transmisión nerviosa y los movimientos musculares. Así mismo, ayuda a prevenir la osteoporosis. Los alimentos ricos en calcio son: la quinua, la maca, la soya, las almendras, el ajonjolí, el brócoli, la espinaca, algunos pescados como el salmón y las sardinas y los lácteos (leche, queso, yogurt y mantequilla).
Azúcares de baja energía: Evitan la concentración de azúcar (glucosa) en la sangre y no favorecen la formación de caries. Se encuentran en aquellos alimentos que son endulzados con edulcorantes naturales que sustituyen el azúcar o en frutas deshidratadas.
Ácidos grasos insaturados Omega 3 y 6: Ayudan a reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer, disminuye la formación de coágulos, mejoran el desarrollo del tejido nervioso y las funciones visuales. Por otro lado pueden ser beneficiosos para reducir los procesos inflamatorios. Contribuyen a reducir el colesterol y los tiglicéridos sanguíneos. Algunos alimentos ricos en ácidos grasos insaturados son las nueces, las almendras, macadamias, pistachos, algunas semillas como las de quinua, amaranto, chía, sachainchi, girasol, soya, el trigo y el maíz. Asi mismo el aguacate, el salmón, el atún, algunos vegetales de hojas verdes y las aceitunas, son ricos en ácidos grasos insaturados.
Ácido Oleico: Ayudan a reducir la concentración de colesterol en la sangre y el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Los alimentos ricos en ácido oleico son el maní, las almendras, las nueces, el ajonjolí, el aguacate y los aceites de oliva y de girasol.
Ácido Fólico: Pueden disminuir malformaciones en el tubo neural y ayudan a reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Estos son los alimentos ricos en este nutriente: Las nueces, las almendras, la avellana, los cereales integrales como la quinua, la avena, el amaranto y el arroz integral. Asi mismo la rúgula, la lechuga, el brócoli, los espárragos, los garbanzoz y la soja.
Fitoesteroles: Se encargan de absorber el colesterol de baja densidad (LDL) o colesterol malo, contribuyendo a reducir o evitar el hipercolesterolemia. Los alimentos ricos en fitoesteroles son: Las almendras, las nueces, las avellanas, la chía, las semillas de girasol y ajónjoli, el maiz, el trigo, la lechuga, el plátano, la manzana y los aceites de maiz, girasol, soja, y oliva.
Aminoácidos: Son los componentes más simples de las proteínas. Cumplen múltiples funciones como descomponer los alimentos, reparación de tejidos, impulsan el crecimiento, entre otras. Principalmente la quinua, el sachainchi, el amaranto, la chia, el garbanzo, las lentejas, la maca, la moringa, el maní, la amendra y las nueces son los alimentos de origen vegetal que mayor porcentaje de aminoácidos (proteínas) contienen. Entre los alimentos animales se encuentran los huevos, la leche y sus derivados y las carnes rojas y blancas.
Vitaminas y minerales: Además de favorecer el crecimiento y desarrollo del cuerpo, ayudan a prevenir complicaciones del embarazo, la osteoporosis, enfermedades tiroideas, anemia, etc. Algunos alimentos ricos en vitaminas y minerales son los cereales integrales, las nueces y frutos secos, los lácteos, la naranja, la espinaca, el kale y otras verduras de hoja verde.
Vitaminas A y D: Favorecen la visión y la correcta absorición del calcio. Algunos alimentos ricos en estas vitaminas son los lácteos, algunos vegetales como la zanahoria, el brocoli, la col y la espinaca. Frutas como el melón y el mango y todas las carnes menos la de cerdo.
Antioxidantes: Ayudan a evitar la oxidación de los tejidos y el efecto de los radicales libres sobre el organismo. Estos también trabajan para desacelerar el proceso de envejecimiento y prevenir las enfermedades degenerativas. Los alimentos ricos en antioxidantes son los frutos del bosque como: arándanos, moras, frambuesas, fresas, cerezas o frutas deshidratadas. Los frijoles, los champiñones, las papas, frutos secos como las nueces, la almendras, avellanas, pistachos, el sachainchi, el té verde, las manzanas, los lácteos, la miel de abejas y de caña.
Hierro: Facilita el transporte de oxígeno en la sangre. Pueden prevenir la aparición de anemias. Algunos alimentos ricos en hierro son las carnes rojas magras, los mariscos, las nueces, almendras, pistachos, las semillas de quinua y calabaza, la espinaca, las lentejas, garbanzos y cereales integrales como el maíz, el trigo, el arroz, la avena, el amaranto y la moringa.
Yodo: Facilita la producción de hormonas tiroideas, necesarias para un desarrollo físico y psíquico normal. También ayudan a evitar disfunciones tiroideas. Algunos alimentos ricos en yodo son los arándanos, el yogurt natural, la maca, la sal de cristal del himalaya, las fresas, las habichuelas y la papa
Prebióticos: Son sustancias que normalmente se fermentan en la flora bacteriana del intestino grueso y ejercen un efecto favorable sobre la digestión y nuestro cuerpo. Algunos alimentos ricos en prebioticos son la avena, el trigo, la cebada, los espárragos, las papas, las alcachofas y algunas frutas deshidratadas.
Probióticos: Generan en el intestino grueso ácido láctico y ácidos grasos de cadena corta, que estimulan el crecimiento de las bifidobacterias, equilibran la flora intestinal y potencian el sistema de defensas e inmunológico. Algunos alimentos ricos en probióticos son el yogurt, kombucha, aceitunas y encurtidos y el queso crudo (hecho con leche no pasteurizada).